«Y, el plan para mi vida es hacer pinturas y dibujos, tantos y tan bién como me sea posible, y luego, cuando mi vida termine, no espero partir de ninguna otra manera que no sea mirando hacia atrás con amor, con melancolía y con un triste anhelo, pensando, oh las pinturas que habría hecho!»
… Siempre tuyo, Vincent
(Nieuw-Amsterdam, 11 noviembre 1983. Carta a Theo, 405)
Hoy, 29 de julio de 2021, hace 131 años de la muerte de Vincent Van Gogh. Vincent fue enterrado en Auvers el 30 de julio de 1890, dejando un legado de más de 850 pinturas y casi 1300 obras en papel. Él nunca hubiera podido imaginar que sus pinturas, dibujos y cartas, después de 131 años, sean tan importantes para el mundo del arte y admiradas por millones de personas en todo el mundo.
Las causas de su muerte no están claras, la versión oficial y que corrobora el Museo Van Gogh, es que el 27 de julio de 1890, entró en un campo de trigo y se disparó en el pecho con una pistola (que nunca se encontró). El artista, herido, volvió a su habitación de Auberge Ravoux. Theo corrió de París a Auver-sur-Oise y estuvo presente cuando su hermano murió a causa de sus heridas el 29 de julio.
Pero, recientemente, y trabajando en colaboración con el Museo Van Gogh de Ámsterdam, Steven Naifeh y Gregory White Smith, graduados por la Harvard Law School, han tenido acceso a material inédito, incluyendo correspondencia familiar desconocida hasta ahora y, en la biografía publicada sobre el genio, ofrecen un inesperado relato sobre las circunstancias de su muerte que dan un giro inesperado a las teorías conocidas hasta ahora y que a mi me parece mucho más convincente.
Con una vida de pobreza, genio y melancolía, uno de los pintores favoritos del mundo contemporáneo, se despidió con el mismo pesimismo que lo acompañó durante gran parte de su existencia y le dijo a su hermano Theo que lo tenía en sus brazos: «La tristeza durará por siempre jamás» sus últimas palabras fueron: «Me gustaría poder morir así».
Cuando Vincent murió en brazos de su hermano, Theo dijo en holandés: «Su pincel ha estado al servicio de su Espíritu».
VINCENT VAN GOGH murió a la 01.30 am del 29 de julio de 1890 pero su obra es eterna.