«No se trata de pintar la vida, se trata de hacer viva la pintura»
Paul Cézzane
Nuestro tic tac se paró y con su discreción de siempre, se fué… El vacío que deja la ausencia después de 20 años de recuerdos y vida duele mucho. Cómo se extrañan aquellos enormes ojos de mirada de miel i el esponjoso algodón de su pelo.
Empecé este trabajo por necesidad i añoranza, con él da comienzo a mi pasión por pintar y dibujar animales. Cada pincelada me acercaba más a un mundo de recuerdos y vida, la imagen del gatito no es estática, tiene vida y movimiento.
Es un óleo sobre lino, 55×46, pintado con los auténticos pinceles del corazón que ahora preside el lugar dónde una vez su maullido se podía escuchar, cuando llego a casa, me sigue recibiendo aunque su maullido ahora es silencioso.